Moda y videojuegos: Una extraña relación
De todas las industrias de entretenimiento que existen, la que menos atención parece prestarle a la participación de la moda es la de los videojuegos.
Si lo pensamos, resulta sorprendente, dado que esta es una de las más jóvenes. A pesar de ser una rama tan experimental, casi siempre terminamos viendo vestuarios aburridos que no suman valor al juego. ¿Por qué deberíamos preocuparnos más por la moda en los videojuegos? Hay demasiadas razones.
Colaboraciones entre la moda y los videojuegos
Hemos llegado a ver colaboraciones entre ciertos videojuegos y marcas reconocidas de moda. Tal es el ejemplo de nombres como Prada, Moschino y Louis Vuitton, que han colaborado con Final Fantasy, Super Mario y League of Legends respectivamente. Asimismo, la supermodelo Gigi Hadid estrenó su propio videojuego de la mano de Vogue, un proyecto corto llamado Gigi Hadid’s Grand Fantasy Fashion Game.
Lamentablemente, esto no quiere decir que la moda ocupe el lugar que debería dentro de la industria, en todo caso la incursión de Hadid sirvió para resaltar aún más la falta de un espacio para los amantes de la moda dentro del gaming. No hay un juego que aproveche para incluir a la moda en sus mecánicas. Y no solo esto, es un aspecto que se sigue dejando de lado constantemente, incluso entre las producciones más grandes y ambiciosas no encontramos ninguna que use la moda como la herramienta comunicativa que es, tanto en la vida real, como online y en el resto del entretenimiento.
Polémica por vestuario en los videojuegos
El mundo del gaming nunca ha sido precisamente conocido por tomar las mejores decisiones a la hora de diseñar vestuarios. Las victimas más comunes suelen ser los personajes femeninos, que en varias ocasiones terminan saliendo a luchar en outfits de lo más ridículos. No, no hemos olvidado a Quiet en Metal Gear, cuyo vestuario consistía en un minúsculo bikini y medias rasgadas.
Evidentemente, la intención era crear un personaje sexy y fuerte, sin embargo, la situación se torna problemática cuando empezamos a creer que la única manera de representar a una mujer empoderada es dejándola semidesnuda. Esto quedó aún más expuesto con las rebuscadas explicaciones que tuvo que buscar el director, Hideo Kojima, para justificar esta decisión.
Victoria Tran, community developer de Kitfox Games, expuso sus inquietudes al rededor del tema a través de una charla presentada en GDC en 2019. Allí expuso algunos ejemplos de personajes que han sido sexualizados innecesariamente y declaró: “Es claro cuando un personaje masculino obtiene un vestuario que es perfectamente aceptable para el contexto en el que se encuentra, mientras que el del personaje femenino está usando el equivalente en cobertura a una curita.” Y como evidentemente el problema va más allá, Tran aprovechó para resaltar la mala representación que se le ha dado a través de los años a las culturas afroamericana y asiática. “La ropa refleja cultura y significancia, los problemas de apropiación cultural van mucho más allá de la de la industria de los videojuegos, también de diversidad, pero eso no significa que no podamos hacer una diferencia.” afirma la joven con entusiasmo.
La moda como un aspecto diferencial en los personajes
La moda, tanto en la historia de la música, como en la del cine y la literatura ha jugado un papel crucial, no solo como un complemento sino también como una herramienta narrativa muy poderosa. A través del diseño y la caracterización de un personaje se pueden contar de manera muy efectiva aspectos claves de este: situación, entorno, personalidad, periodo histórico, motivación, y más. Es la mejor manera de presentarle al público un personaje del que no sabe absolutamente nada y entregarle la mayor cantidad de información posible.
También funciona para diferenciar personajes principales de secundarios y héroes de villanos. Esto, en entornos donde ya hay muchas otras explicaciones que dar – como ocurre en la mayoría de los videojuegos- ayuda a generar una experiencia mucho más orgánica.
Moda y videojuegos en la cultura pop
Los videojuegos han servido de escenario para la experimentación desde su origen, por lo que, de haber apertura a probar ideas nuevas a la hora de diseñar atuendos, peinados y accesorios, veríamos una innovación que, sumada a la influencia que tienen los videojuegos en la cultura pop actualmente, tendría efecto tanto social como culturalmente. Además, les permitiría a los jugadores sentirse más representados ellos mismos, así como de encontrar inspiración para su estilo personal y generar una retroalimentación. En las palabras de Tran: “Para mí, la moda es emoción encontrada a través de la exploración y el autodescubrimiento. Encuentra poder y atractivo estético y fantasía, y es un nuevo estilo de juego que vale la pena hacer bien.”
De hecho, juegos como Animal Crossings: New Horizons y Halo: Reach han demostrado el interés del público por formar parte activa en su estética online. Una de las características más celebradas del shooter de Bungie, fue la posibilidad de customizar cada pieza de la armadura, mientras que en Animal Crossings: New Horizons los usuarios pueden dejar llevar su imaginación a la hora de crear el vestuario de su avatar, incluso pueden crear sus propios estampados.
En conclusión
Esto demuestra que el problema no es desinterés por parte del público, sino la percepción que se tiene de que estos dos medios se excluyen mutuamente. No necesitamos que de ahora en adelante todos los títulos centren su atención en mecánicas que involucren la moda – aunque no estaría mal- sino que se comience a entender a esta como una pieza más a la hora de desarrollar los títulos, que como mínimo nos ofrezcan diseños innovadores, interesantes y que ayuden a sumergirnos en la historia, en lugar de dejarnos indiferentes en el mejor de los casos. Al final, la intención es divertirnos ¿no?
Como siempre, Volkers, queremos que se sumen a la conversación. ¿Consideran que la moda debería tomar un papel más central en la industria? ¿Cambiaría esto de alguna manera su experiencia al jugar? Todos sus comentarios los esperamos en Facebook, Twitter, Instagram y TikTok.